Mi gran amigo DEV

A pesar de lo que se escucha a veces por este mundillo, en cada proyecto en el que estemos, tenemos un gran aliado sentado, posiblemente, a nuestro lado: El DEV (o desarrollador).







El desarrollador es esa persona que está en manada en los proyectos, que nos supera en número y que trabaja de sol a sol para sacar una aplicación adelante mediantes sus infinitas (y soporíferas, a veces ;) ) lineas de código.



Es esa persona que cuando no han trabajado con testing, según entras por la puerta notas sus ojos clavados en ti con una mezcla entre "que narices hace este ti@" y "como me abra más de dos defectos le mato".



Ahora, fuera de broma. El desarrollador es nuestro mejor aliado dentro de un proyecto. Es a quien tenemos que ganarnos desde el principio y el que nos arreglará los defectos de la mejor manera posible en base a nuestras peticiones.



Cuando trabajamos dentro de un equipo de desarrollo, siempre tenemos que buscar su ayuda y ser lo más políticamente correcto con nuestros defectos, ya que son ellos los que nos los arreglaran, los que nos escucharán las peticiones y los que, cargados de paciencia, intentarán adaptar nuestras mejoras para que el usuario final tenga una experiencia mucho mejor.



En mi vida laboral he trabajado en muchos proyectos diferentes, con distintas metodologías, diferentes formas de trabajo, en equipos de desarrollo, en equipos de testing, con mis propios equipos...muchas maneras de trabajar, pero siempre he encontrado el apoyo incondicional del desarrollador que sabe que le ayudaremos a mejorar su trabajo y por lo tanto, ellos a nosotros.



De la gente de desarrollo he aprendido muchas cosas, desde herramientas que desconocía que me han ayudado a detectar defectos ocultos, maneras de leer el código, integraciones con él, buenas maneras a la hora de automatizar...infinidad de cosas aprendidas y por aprender.



Cuando llevamos un tiempo en un proyecto que no se había realizado un testing propiamente dicho, el desarrollador comienza con algo de desconfianza pero después confía ciegamente en nuestro trabajo y sabe que su desarrollo subirá a producción y lo podrá utilizar el cliente final con una calidad excelente y sin problemas.



Mi recomendación, muy sincera, es que no tengáis al desarrollador como un enemigo ni nada por el estilo, podemos aprender mucho de ellos y también enseñarles a implementar calidad en su trabajo. En el proyecto donde nos encontremos, el desarrollador es nuestro mejor amigo.

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