Ayudando a reconducir el camino de las empresas

Desde siempre, en este país al menos, existe una corriente de trabajo en la que la realización de pruebas no es un objetivo prioritario dentro de los proyectos que se lleven a cabo. Poco a poco, en los últimos años hemos ido reeducando a las empresas para que el testing sea el eje principal en todos sus elementos de trabajo.












Años atrás, practicamente el 100% del presupuesto que tuviese un proyecto estaba destinado al desarrollo, a meter más y más gente que picara código y que realizara todo lo más rápido posible y pudiera subirse a producción. Esto ha sido un error que se ha ido arrastrando a lo largo de muchos años pero que está terminando cada vez más.





A día de hoy, muchas empresas van repartiendo ese presupuesto para la realización de pruebas por un equipo especializado y asegurarse la correcta subida a producción de los desarrollos realizados. Hay una entrevista muy interesante a Rik Marselis que nos dice que entre el 30 y el 40 por ciento del presupuesto se destina a revisar proyectos que han salido mal a producción. 





Habitualmente, como se están implantando nuevas metodologías, aparece un tester (o varios) en cada equipo, aunque, personalmente, yo prefiero un equipo de testing agrupado que pueda realizar pruebas transversales y no centrarse en un único desarrollo. También aparecen equipos multidisciplinares en los que los desarrolladores cambian el rol y realizan pruebas, esto, como ya he hablado muchas veces tiene sus ventajas y sus inconvenientes, no voy a entrar en detalle.





Como suelo decir, prefiero que se realicen pruebas sea como sea y de la manera en la que la empresa esté cómoda, que no realizar ninguna. Incluso si una empresa aún tiene una mentalidad más antigua y no tiene ningún tester en plantilla, aceptaría que los desarrolladores realicen pruebas unitarias o de integración.





Los profesionales que nos dedicamos a esto, tenemos que tener claro que nos enfrentamos día tras día al difícil camino de demostrar que nuestro trabajo es mucho más valioso de lo que parece y tenemos que reeducar a las empresas poco a poco para que se vayan realizando pruebas. 





La manera más fácil de que esto se lleve a cabo es realizar buenos trabajos en algunas empresas en las que la competencia no realice pruebas o no realice las suficientes. Cuando la satisfacción de sus clientes suba y la de la competencia baje, perdiendo clientes por esa razón, esas empresas tendrán que ir realizando una cultura de pruebas para mantener el nivel de sus principales competidoras.





Si comparamos la realización de pruebas que se hacían hace 10 o 15 años con lo que se está realizando ahora, el porcentaje de cambio es abismal y sigue en aumento. Esto como ya he comentado anteriormente es a causa de que el usuario final cada vez es más exigente y cambiante cuando encuentra un fallo o no puede realizar una acción en una aplicación o software determinado. Según TICBeat (y es una noticia de 2013), las empresas aumentaban su inversión en TI un 23% para la Calidad del Software. A fecha de hoy esa inversión sigue en aumento y en muchos casos puede superar el 50% del mismo.





La competencia es brutal y el no estar al día puede hacer que se desaparezca por completo. La reeducación de las empresas es un trabajo de todos y sobre todo de ellos, cuya mentalidad tiene que cambiar radicalmente.

0 Comentarios