El tester no es un desarrollador


Libros como "How Google tests software" proponen que el Tester puro desaparezca, que el tester sea un desarrollador que se preocupe por la Calidad, una afirmación en la que no puedo estar más en desacuerdo.











Como tester puro que soy, tengo que decir que no estamos en peligro de extinción, ni mucho menos, solo estamos pasando un periodo en el que no están las cosas muy claras. Hay muchas tendencias innovadoras que, realmente, no están calando en ningún sitio, defensores y detractores ponen las cartas sobre la mesa y se encierran en sus metodologías y en sus ideas y no dejan escuchar ni abrir sus mentes. Las cosas son así porque están escritas en la biblia de la metodología y no hay nadie que me saque de esa idea, no escucho ni dejo escuchar.



El futuro no está en estas metodologías emergentes, de hecho, revisar y preguntar en que empresa o centro de trabajo se está usando una metodología cerrada, que cumpla 100% el libro y que funcione, os puedo dar una pista, en una y está en Japón, la única en todo el mundo.




El verdadero funcionamiento tiene que residir en la mezcla, en capturar las mejores opciones de cada metodología y ponerlas en práctica. O más sencillo, modificar la metodología y adaptarla a lo que más convenga para nuestro proyecto, no al revés.




Una vez explicado este concepto, el cual dedicaré más tiempo, más adelante, volvamos a lo que nos ataña, si el tester tiene que ser desarrollador o no. La respuesta es clara: NO.




El tester tiene que tener conocimientos de desarrollo, SI, debe de tenerlos.




Un tester no tiene que ser desarrollador, primero, porque para ser bueno en algo no hay que ser de todo. Pongo un ejemplo muy claro y que todos vamos a entender, el mejor cardiólogo del mundo no sabe porque le duele el oído a un paciente, puede intuirlo, pero para eso hay un experto otorrino que le dirá que le pasa. Es exactamente el mismo caso, un tester ve que algo está fallando, puede intuir por qué, pero para eso está el desarrollador que lo arreglará y sabe exactamente donde tocar. Más sencillo, un desarrollador hace una nueva funcionalidad, la prueba, pero como es experto en desarrollar y no en hacer pruebas, siempre saldrá algo que dejará subir a producción y así afectar al usuario final. 





Bien claro lo dice el refrán, que parece que a muchos se le ha olvidado: “aprendiz de todo, maestro de nada”.





Los pasos que hay que tomar son muy claros y están definidos, solamente hay que saber leer las pistas que nos van dando y ponerlas en práctica. Los tester tenemos que tener un conocimiento de lenguajes de programación, básico, para que nos de pistas de que falla y ser más exacto a la hora de dar de alta errores y los programadores no tienen que ser Tester, solamente tienen que meterse en la cabeza que hay que programar con más calidad, con más calma y sobre todo tratando de evitar errores tontos que es en verdad donde se va mucho tiempo de las personas que están probando sus desarrollos.





Mi opinión es clara, ni tienen que desaparecer los Tester puros ni tienen que desaparecer los desarrolladores puros, solamente tienen que unir sus caminos, balancearse. Claro ejemplo de lo que no está pasando es la charla de Alberto Savoia en el GTAC del 2011, si señoras y señores, en el 2011, en el que dejaba claro que el Tester había muerto, pues…estamos a 2013 y muchos de nosotros seguimos siendo Tester puros y duros y viviendo de ello.  Las figuras del tester y del desarrollador no tienen que ser la misma persona, simplemente, tienen que ser dos y ser un equipo, ayudarse, apoyarse y sobretodo confiar el uno en el otro, uno tendrá grandes conocimientos de lenguajes de programación y el otro tendrá grandes conocimientos para realizar las pruebas pertinentes, de esta manera serán cada uno maestros en su terreno. Esto, damas y caballeros, SI es el futuro.







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