Si cuidamos la accesibilidad de nuestro producto, ayudamos a muchas personas.

Cuando me involucro en un proyecto y me toca realizar pruebas,
me suelo poner bastante “pesado” con la accesibilidad y todo lo que está a su
alrededor.









Es algo que me viene de familia. Mi madre tiene un grado de
discapacidad bastante elevado y trabaja para una organización de ciegos muy
conocida en este país. En casa, siempre hemos convivido con ello y lo tratamos
con total normalidad, aunque hay que decir, que por mucho que normalices la
situación, es bastante jodido el ver a diario como una persona no puede hacer
ciertas cosas por estas “mierdas” que nos da la vida.





Digitalmente hablando, como mi terreno más conocido y en el
que trabajo a diario, nos referimos a ciertas tecnologías de asistencia que
ayudan a las personas a utilizar software de cualquier tipo. Una persona que
realice pruebas, debe de tener en la cabeza algunos patrones de accesibilidad y
cierto conocimiento de como probarlo o detectar su uso, o no.





Podemos poner miles de ejemplos, desde discapacidad visual a
discapacidad motora o manual, pensando si un usuario pudiera leer la pantalla
correctamente, si tuviera botones que la leyeran o si algún otro tipo de usuario
podría utilizarla con una sola mano o navegar con un software de detección de
movimiento o ocular.





Si nos vamos a un terreno visual, también podemos ver
ejemplos de personas que no distinguen bien los colores o sufren de daltonismo
y que, por lo tanto, pudieran experimentar dificultades cognitivas para
comprender y entender el contenido del producto.





¿Cómo podríamos identificar posibles barreras y deficiencias
en el producto que vamos a probar? ¿cómo podemos ayudar a que este sistema sea
mejor?





Podemos empezar por una serie de preguntas concretas:









·     
¿Qué necesitarían los usuarios para entender,
comprender y recordar para utilizar el producto?






·     
¿Qué debemos de presuponer para ayudar a personas
con discapacidad?






·     
¿Cubre todas las necesidades visuales, auditivas
y cognitivas para todo tipo de perfiles?





Lo primero, es no presuponer nada, por ejemplo, en simples
formularios de código postal o números de teléfono, nos podemos encontrar con
que el usuario no tiene porque saber el formato correcto, si el código postal
tiene espacios o el número de teléfono hay que introducirlo con separadores de
guiones o todo junto.





Esto, se puede solucionar con una pequeña descripción, en el
mismo cuadro, a modo de ayuda, señalando cual es el formato correcto.





Otro ejemplo que suelo encontrarme es con las fechas de
nacimiento. En algunos productos, la separación son unos guiones, que nos dan
una pista de como añadir los datos, pero en otras muchas, no sabes como poner
la fecha, si separada con guiones, barras, todo junto o incluso solo poner dos
números del año o los cuatro (01/01/2000 o 01/ENE/2000 o 01/01/00, las
posibilidades son muchas).





En todos estos ejemplos de campos típicos en un formulario, el
producto o aplicación puede no comunicar, claramente, los formatos esperados y puede
resultar un desafío cognitivo y de memoria, que puede convertirse en una
barrera para ciertas personas.





En el plano visual, al hablar de accesibilidad, tenemos que
ser consecuentes con los colores utilizados y que no puedan ser confundidos por
otros o puedan no verse los textos de manera correcta, si la persona no los
diferencia correctamente, también, es importante los tamaños utilizados.





Hay diferentes tipos de software que se pueden implementar,
que son capaces de leer la pantalla y por lo tanto, hay un gran grupo de
personas a las que las vamos a mejorar su vida.





Otro punto, en el que hay que poner énfasis es en los campos
obligatorios. Muchas veces, damos por hecho que si colocamos unos asteriscos,
el usuario va a saber que hacer con ellos, pero no es así. En la mayoría de las
ocasiones, y si no conoces este tipo de “lenguaje”, no se sabe cuales son los
campos obligatorios, por lo tanto, se podrían poner unas simples líneas para
explicarlo.





Día a día, debemos de intentar mejorar la vida de las personas
y con el simple hecho de incluir ciertas explicaciones, ayudar a leer la
pantalla, una lupa para hacer zoom o un botón que cambie el contraste de los
colores, puede ser suficiente para que tod@s se sientan a gusto y puedan hacer
las acciones requeridas de manera correcta y cómoda.





Actualmente, todos sabemos que las personas utilizan diferentes
tecnologías de asistencia para compensar o ayudar a las discapacidades que
tengan y tenemos que tener en cuenta que un simple mecanismo informático puede
ayudar gratamente a muchas personas.





Además, tenemos que tener en mente, que todas las personas,
en algún momento de su vida van a tener algún tipo de discapacidad, ya sea por
un accidente, un problema o alguna patología temporal o pasajera, así que
cualquier tester que se precie, debe de esforzarse por hacer que el software o
producto donde esté trabajando, sea muy fácil de interactuar, de usar y de
comprender para cualquier tipo de usuario o cliente.



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