Cuando trabajamos con muchos elementos de trabajo y tenemos una metodología de trabajo definida y que queremos que se cumplan las pautas o pasos que demos a través de ella, la importancia de priorizar de manera correcta y eficiente los elementos de trabajo es muy importante y casi uno de los puntos fuertes del trabajo diario que debemos de realizar.
En un proyecto siempre hay fechas e hitos que cumplir, sean cuales sean, tanto si son mínimos como si son de cierta importancia, pero la realidad es esa, el negocio manda y las fechas hay que cumplirlas si queremos seguir vivos y dar una imagen de credibilidad y confianza.
Dentro de los hitos y fechas, que habitualmente y casi obligatoriamente, deberían estar marcados en un Roadmap, entra la correcta priorización de los elementos de trabajo. Esta priorización debe de hacerse consensuada entre las áreas de negocio y las áreas técnicas o de desarrollo, ya que, seguramente, si no es así, tendremos ciertos choques o diferencias.
La parte de negocio o el área que se apoya más en el mismo, siempre tenderá a marcar fechas para facilitar a los clientes la utilización de la funcionalidad o evolutivo que queremos poner en producción. La parte técnica del proyecto seguramente tenderá a ver las cosas de otro modo, priorizando más el tiempo de desarrollo y validación que otra cosa. En muchas ocasiones, lo más probable es que ambas áreas coincidan y las fechas sean similares, pero hay veces que esto no será así y tendremos desviaciones si la priorización no se ha realizado consensuando ambas partes.
Dentro de un proceso de trabajo, para que todas las piezas encajen y fluya la información y los elementos de trabajo de manera correcta tiene que existir un entendimiento entre la parte de negocio y la parte técnica, revisando diferentes puntos de vista y llegando a un acuerdo en base a las fechas y acuerdos de negocio que sea necesario cumplir.
Hay un error común que es priorizar delante de los clientes sin haber consensuado con el área técnica, pudiendo ocasionar que aparezcan desviaciones por el mínimo detalle, complicaciones de última hora y, por lo tanto, existirán retrasos en las entregas que debilitarán nuestra imagen de cara a los clientes finales que utilizan nuestro software.
Lo ideal es realizar una serie de reuniones de priorización que irán desde la creación del Roadmap que se utilizará en el periodo de tiempo seleccionado como otras que irán cumplimentando las entregas a producción de los desarrollos realizados. Los pasos a dar en las primeras reuniones de Roadmap deben de darse basándose en ambas necesidades, acordando tiempos entre ambos y siendo fieles y serios a la hora de cumplirlos (siempre pueden existir desviaciones que deberán de tratarse en diferentes reuniones de ajuste), pero siempre hay que consensuar, ya que lo que, a priori, parece muy sencillo (introducir un botón en una pantalla, por ejemplo), puede complicarse de tal manera por el código que exista por debajo y a que afecte que puede resultar nefasto a la hora de cumplir con los hitos marcados. Lo ideal es que se realice el Roadmap en presencia de todos, que se den pautas, fechas, hitos a cumplir y toda la información necesaria sobre los elementos de trabajo que se manejen, después, los diferentes jefes de equipo irán recabando información técnica con los integrantes de sus equipos y podrán ajustar los tiempos al máximo posible.
Tras esto y con toda la información ya cumplimentada se darán los siguientes pasos para contrastar los detalles y poder llegar a un acuerdo lógico y razonable que generar confianza, realización de un buen trabajo y que pueda garantizar que los elementos de trabajo se despliegan en producción con una calidad y una garantía suficiente para los clientes y nosotros mismos.
Otro punto importante es, como he comentado anteriormente, el revisar los tiempos que se han marcado con suficiente antelación como para poder tomar decisiones antes de que salte por los aires. En base a los hitos marcados, hay que ir fijando diferentes ajustes que mejorarán el resultado final y nos podrán ir dando pautas para los próximos desarrollos y que no caigamos en los mismos errores una y otra vez. Estos ajustes tendrán que ir de la mano con razonamientos y el máximo de detalle ya que, en la mayoría de los casos, habrá que justificar de cara a los clientes, explicando por qué se retrasa o por qué se está cambiando la fecha de entrega.
En relación al párrafo anterior, una de las posibles soluciones es, como bien dicen las principales metodologías, es que se entreguen pequeñas funcionalidades a los clientes, aunque no sean en su totalidad, pero que tengan un valor apropiado para los mismos y que de esta manera puedan ir utilizando las funcionalidades entregadas, aunque sea parcialmente. Esto dará un aporte de confianza y de buenas prácticas que mejorará visiblemente nuestra marca.
Jamás debemos de perder de vista una buena priorización y seguir las pautas estipuladas en nuestros proyectos, al fin y al cabo, la credibilidad hacía el exterior depende de que cumplamos con calidad y garantía los acuerdos que tengamos entre manos y cubramos, de una manera razonable, las expectativas que hemos generado con el software que tenemos en el mercado (a la mente me vienen casos recientes como el del videojuego “No Man’s Sky” y las expectativas que se mostraron y el resultado final del mismo de cara a los usuarios finales).
Hacer las cosas bien desde el principio siempre nos generará gratificación, confianza y satisfacción personal y profesional.
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